martes, 13 de diciembre de 2005


Feliz Navidad y Próspero Año 2006

martes, 15 de noviembre de 2005

Luis Eduardo Pacheco Melgarejo
29/10/1895 - 4/12/1976

viernes, 11 de noviembre de 2005

Reunión de trabajo

Pbro. Nelson Duque, Lic. José Ernesto Becerra, Lic. Tirso Sánchez Noguera, Prof. Gabino Hevia y Sr. Gonzalo Becerra

El Martes 13/12/05 se realizó en el Salón Parroquial de la Basílica de Nustra señora de la Consolación, una reunión para revisión del Proyecto de Estatutos de la Tertulia Cultural Don Luis Eduardo Pacheco Melgarejo.

miércoles, 2 de noviembre de 2005

Fotos de la Tertulia del 06/12/05

El presidium, interviene el Director de debates, Lic. Gabino Hevia

Los dres. Alberto López Cárdenas y Luis Hernández Contreras


Excelente delegación de las Damas Salesianas



Asistentes

Asistentes

Asistentes

Asistentes

El Pbro. Nelson Duque en su intervención de 3 minutos


La ganadora de la rifa, el premio: un libro

martes, 1 de noviembre de 2005

Disertación sobre Don Luis Eduardo Pacheco Melgarejo

Lic. Tirso Sánchez Noguera

1. BREVES ASPECTOS COETANEOS DEL EPONIMO

Casi contemporáneos de don Luís Eduardo Pacheco son dos paisanos suyos: el poeta de La parábola de la fuente, Vicente Elías Moncada, y el pintor y escultor Belisario Rangel. Los dos artistas; uno con la pluma, plasmando en armoniosos versos el soplo acariciador de las musas; el otro con el pincel creando maravillas con la magia de los colores. Bellas muestras de este mágico hacedor las conserva con celo y cariño el Dr. Alberto López Cárdenas en su casa de habitación. Era infante de un año Luís Eduardo, cuando autoridades y pueblo celebran con toda pompa cívica la Apoteosis de Miranda. Calles de fiesta patriótica. Tiene cuatro años y a sus tiernos oídos llega la noticia del tropel revolucionario de 1899. Luís Eduardo cuenta con cinco años cuando llega el siglo XX. El lº de enero de 1900 hubo regia fiesta en Táriba. La organizó la directiva de la Caja de Ahorros entidad fundada en 1879.

Contemporáneo y coterráneo suyo, nacido el 15 de noviembre de 1895, fue el doctor Alejandro E. Truji1lo. Realizó estudios en Pamplona en el mismo Seminario Conciliar donde estudió su paisano Pacheco Melgarejo. Se graduó de médico en la Universidad Nacional de Colombia, con especialización en Alemania. Hablaba seis idiomas. De su época es también el doctor Antonio María Cárdenas, nativo de Peribeca, primer médico tachirense graduado en la Universidad Central de Venezuela y el primero en recibir la Medalla de Honor de Instrucción Pública, creada por Guzmán Blanco. Fue fundador de la Botica del Torbes. Apenas cuenta ocho años de edad cuando sobreviene la llamada crisis nacional que se manifiesta en sucesión de hechos en el lapso 1897—1903 con dos alzamientos de José Manuel Hernández(Mocho Hernández), revolución de Ramón Guerra, revolución Restauradora y triunfo de Cipriano Castro y la fallida revolución Libertadora. Catorce años antes de su nacimiento, el pueblo que lo vio nacer, será cabecera del Distrito Cárdenas, llamado así desde 1881l,en homenaje de reconocimiento al ínclito ciudadano José Ignacio Cárdenas. Tantas cosas que podrían decirse, que forman las circunstancias al rededor de este sobresaliente hijo de la Perla del Torbes. Con Ramón J. Velásquez, podríamos repetir: “La historia es camino, espejo y mensaje”.

2. ASPECTOS DE SU VIDA Y PERSONALIDAD

Luís Enrique y Francisco Pacheco eran tíos de Luís Eduardo. En la esquina de la carrera 4, diagonal con la Botica del Torbes tenían negocio de víveres y almacén. Por la misma acera que conduce a La Plazuela (Plaza Sucre),un poco mas allá del citado negocio, nació Luís Eduardo. En el año 1920, su familia fija residencia en San Cristóbal. En esta ciudad ocuparon la antigua casa que después se convirtió en residencia del Obispo Diocesano. En 1923 la familia marchó a Cúcuta. Allí vivieron alrededor de 15 años. Hubo algunos decesos familiares. Regresaron al Táchira. Aquella fue la época cuando Luís Eduardo había ido a estudiar a Pamplona. Pinceladas acerca de sus costumbres. Se acostaba tarde, pero se levantaba temprano. Usaba lentes, y lupa —a veces—para leer viejos documentos. Tenía letra de buen calígrafo y pequeña. Como vademécum usaba libreta, que llenaba a gusto con apuntes e impresiones. Poseía, por razón de su oficio de investigador de historias, colecciones de libretas con innumerables anotaciones que usó en sus escritos volanderos para la prensa, para la revista o para la charla. Nada de esa colección de apuntes en sus consabidas libretas pudo rescatarse, porque, al parecer, una mente obtusa o de pocas luces las botó como desecho. ¿Cómo era su conversación? Siempre era Interesante por lo erudita, variada y amena. Podría ser larga su conversación, pero no aburridora. Exponía a sus contertulios sobre todo a la hora de las comidas, su visión de la historia, de los protagonistas y de interesantes sucesos que, como investigador, conocía en sus intríngulis.

De los personajes de la magna historia admiró mucho la figura del Libertador. Juan Vicente Gómez le llamó mucho la atención. Por eso escribió Orígenes del Presidente Gómez. Además había de por medio un nexo familiar, que era también motivo para él: Marlo Pacheco, su primo, estaba casa do con una hija de Gómez. Era frugal en las comidas y bebidas, fue fumador por un tiempo y tornaba café repetidamente. Recuerda su sobrino, el Dr.Jaime Pacheco, que en su tiempo de Caracas, cuando estuvo al frente del Archivo de Miraflores y de la Biblioteca Nacional, iba a un pequeño restaurante, donde se tomaba como aperitivo una o dos cervezas. ¿Cómo era Luís Eduardo, física y psíquicamente? Persona normal. Mas alto que bajo. De contextura delgada. De su psiquismo equilibrado, aparecía el hombre tranquilo, modesto, humilde, sencillo. Siempre desprovisto de petulantes alardes de sabiduría. Quería pasar ante la gente como inadvertido, porque no era la persona con ínfulas de figurar. No era propenso a reuniones, ni se prestaba para ese tipo de vida social improductiva. Era sí proclive a pasar horas y mas horas en archivos, bibliotecas, investigaciones históricas y asuntos de índole cultural. En estas nobles tareas del espíritu y del intelecto consumió su apasionada existencia de investigador, genealogista, historiador y escritor. Tenía don Luís Eduardo porte de persona respetable y culta .Adornaba su personalidad con el hábito del buen vestir, sin omitir en su imapecable vestimenta su Inseparable corbata, muy de moda en su tiempo. Una pequeña biblioteca, como signo Intelectual y de valiosa bibliografía lo acompañó, a modo de vademécum también, en el Itinerario de su larga vida. De estos libros tampoco se tiene noticia.

La familia Pacheco Melgarejo poseía los terrenos donde se ubica el sector llamado Patiecitos. La propiedad se extendía hasta lo que hoy constituye la parte alta de la Urbanización Monseñor Briceño. Por cierto, en esos terrenos construyó su hermano Antonio José una casa, que llamó Quinta Patiecitos, de donde se deriva el nombre de ese populoso sector entre Táriba y Palmira. En el viaje que realizó la familia a España, Luís Eduardo no pudo acompañarla. Su viaje más largo fue a Bogotá, lugar donde vivió algún tiempo, ocupándose como ya sabemos, de su vocación y misión de investigador.

3. EL INVESTIGADOR Y SUS APORTES BIBLIOGRÁFICOS

Digamos de don Luís Eduardo Pacheco, que tenía una misión para cumplir con fidelidad, fruto de su vocación y de su pasión por conocer a fondo el pasado de personajes y de hechos. Como “obrero de la cultura”, así .Llamado, se entrega por entero a escudriñar en los archivos, civiles y eclesiásticos y en los vetustos infolios y en amarillentos pergaminos acerca de los remotos acontecimientos históricos y la parte de protagonismo que le corresponde a los seres humanos, involucrados en tales sucesos. El como auténtico pesquisador, no sólo realiza su paciente trabajo con deleite y perseverancia, sino también con honestidad y apego a la verdad histórica. Así lo han reconocido quienes supieron de sus desvelos y de su tenacidad en esa importante tarea de la investigación como historiógrafo que é1 voluntariamente se impuso. Esta afición para hurgar en los vericuetos de la historia pretérita despertó en Luís Eduardo Pacheco desde sus primeros años de su vida. Logra este bachiller del año 14,que ha estrenado el siglo XX cuando contaba con sólo cinco años de edad, ser admirado por su conversación y escrituras poco conocidas entre el común de sus paisanos.

Debo anotar que, a pesar de sus sobresalientes aptitudes, sus deseos de ser útil, sus servicios oficiales a la región, no se le ha recompensado a nuestro coterráneo su leal y generosa entrega a la historiografía y a descubrir los valores de esta área fronteriza. La Tertulia Cultural que lleva su digno nombre, invita a todos: contertulios y contertulias, a sacar del olvido a este “señor de la voluntad creadora”,como lo llamó Rafael Ramón Castellanos. En l9l9, Luís Eduardo Pacheco fue contratado por el gobierno del Táchira, presidido por Eustoquio Gómez para investigar en los archivos del Ejecutivo del Estado y en los antiguos archivos notariales de La Grita acerca de documentos referentes al derecho del Táchira a la costa del Lago de Maracaibo, desde la desembocadura del río Escalante hasta la del Catatumbo. Durante dos años estuvo incorporado al personal del Archivo Nacional, en Caracas. Durante e1 gobierno del Gral. Isaías Medina Angarita exploró documentos de interés para Venezuela en los siguientes archivos de Bogotá: Histórico Nacional, Arzobispal y del Congreso Nacional y, asimismo, en los archivos coloniales de Pamplona y Tunja. Allí logra el paciente investigador, funcionario cultural de la Embajada de Venezuela, recopilar importantes datos, relacionados con la historia colonial ,civil y eclesiástica de los Andes, en especial del Táchira. Fue ron treinta volúmenes de documentos, mas tres volúmenes relacionados con la fundación de San Antonio del Táchira. Desde que sale de Cúcuta, donde vivía, hasta ese peregrinaje investigativo de Bogotá, han pasado ocho largos años (l94l—l949) tiempo que ha dado notables frutos por la actividad sin desmayo de este destacado investigador taribense.


HALLAZGOS HISTORICOS

En su recopilación documental de sus investigaciones históricas, nuestro personaje saca a la luz pública interesantes hechos desconocidos hasta entonces. Entre ellos se destacan: Cartas inéditas del Libertador. Expediente sobre el proceso contra el conquistador Juan Rodríguez Suárez por haber fundado a la ciudad de Mérida sin autorización. Documentación acerca de la misión de paz que el gobierno de la Nueva Granada envió a Venezuela con el fin de impedir la disolución de la Gran Colombia en 1830. En la Biblioteca Nacional de Bogotá halla el primer número del El Eco del Torbes, primer periódico del Estado Táchira. Valiosos documentos encontrados en el Archivo Arzobispal de Bogota. Únicas copias existentes, pues este archivo fue destruido en los sucesos del 9 de abril de 1948. Nos hace notar la descendencia del Gral. Santander de Juan Ramírez de Andrade. Sabemos que Ramírez de Andrade ocupa puesto de Importancia en los albores de nuestro nacimiento histórico. Era Alférez Real de Pamplona y viene a Táriba invitado por su amigo, el encomendero de los Táribas, Alonso Álvarez de Zamora. Es en la tarde de aquella visita, cuando sucede el prodigio de la auto renovación de la imagen de Ntra. Sra. de la Consolación o de la Virgen de Táriba, como la llamaron los cronistas de Indias. Este maravilloso acontecimiento histórico abre las puertas de este privilegiado terruño a todos los comarcanos y de otros lugares que se sienten atraídos por asombrosas señales de lo espiritual y divino.


PUBLICACIONES HISTORICAS

De su larga trayectoria de pesquisador histórico, publicó algunas obras enriquecedoras de la bibliografía de Colombia y de Venezuela. Otras, quizás no tuvieron la suerte de salir a la luz. Todas ellas merecieron el elogio de prestantes hombres de pensamiento, historiadores y académicos entre los cuales podemos contar a B. Matos Hurtado, Eduardo Posada, C. E. Restrepo, J. D. Monsalve Oscar Terán, Luís Eduardo Romero (Colombianos) y los Venezolanos Ramón J. Velásquez, Lisandro Alvarado, Rafael Ramón Castellanos, Rafael María Rosales, y César González. Este último, también indagador de los difíciles vericuetos de la gente del Táchira. En una carta, expresa reconocimiento emocionado a Luís Eduardo Pacheco por su labor y por la enseñanza que como excelente genealogista le comunicó.En cumplimiento de la metodología de la tertulia, en cuanto al tiempo ligeramente mencionaremos algunas de sus obras:

La Familia de Santander, publicada en Cúcuta en 1922. Dos ediciones más en 1924 y l940.En este año, sendos libros de las municipalidades de Bogotá y Medellín, reprodujeron su interesante estudio genealógico en conmemoración de la muerte del General Francisco de Paula Santander

Apuntes sobre el Prócer Gritense Francisco Javier García de Hevia

Próceres Nortesantandereanos

La familia Fortoul y la familia Quintero Príncipe

Anales de la prensa en San Cristóbal

Aborígenes del Táchira

Lugar natal del pintor Salvador Moreno

Mujeres ilustres de la Independencia

Orígenes del Presidente Gómez

Páginas de Historia Tachirense

La casa natal de la fundadora de Cúcuta

Una idea de la dedicación de Don Luís Eduardo a la faena investigativa nos la presenta el historiador colombiano B. Matos Hurtado, quien publica en 1945 una “Minuta de los trabajos históricos de Luís Eduardo Pacheco”. Era la época en que nuestro admirado epónimo ocupaba la Vicepresidencia del Centro de Historia del Norte de Santander y correspondiente de los de Bucaramanga y San Cristóbal. Esta minuta, citada por el escritor y ensayista rafael Ramón Castellanos en su opúsculo a la memoria del gran investigador, historiador, genealogista y escritor Pacheco Melgarejo, nombra la larga lista de 37 títulos que son el fruto del acopio documental, traducido en ingente y bien estructurada obra de contenido histórico. Entre los trabajos de don Luís Eduardo, se mencionan:


Pasos del Libertador por el Táchira (1921). Los Milagros de Nuestra Señora de Táriba (1923).


El Árbol genealógico del Presidente Medina Angarita. Su parentesco con el General Santander.


INSTITUCIONES QUE LO HONRARON Y, A SU VEZ, HONRO

Fue numerario fundador del Centro de Historia de Cúcuta (Norte de Santander.

Fue, asimismo, vicepresidente. Miembro de Número y primer Director del Centro de Historia del Táchira.

Academia de Historia de Bucaramanga.

Centro de Historia de Ocaña.

Centro de Historia de Pamplona.

Individuo Correspondiente de Caracas, a la Academia Nacional de la Historia.

Perteneció al Archivo General de la Nación y al Archivo Histórico de Miraflores.

Director del Boletín del Archivo Histórico de Miraflores. Lo incorpora al importante cargo su paisano, el culto, analista político e historiador, Dr. Ramón J. Velásquez, Secretario para entonces de la Presidencia de la República. Tal como lo imaginó Velásquez, nuestro coterráneo realizó allí extraordinaria labor cultural.

Organizó la exposición histórica de la Villa del Rosario de Cúcuta, en 1940, en el acto conmemorativo del centenario de la muerte de Santander.

Durante ocho años encabeza la Comisión Editora de la Gaceta Histórica del Centro de Historia del Norte de Santander.

Junto con sus compañeros historiadores del Centro de Historia del Estado Táchira dirigió el Boletín de esta institución.

Como historiador reconocido, dictó serie de charlas sobre historia a grupos de alumnos liceístas del Liceo Simón Bolívar y realizó, a petición de los profesores, investigación sobre los orígenes del famoso plantel.

La Sociedad Salón de Lectura lo contó como eficiente funcionario en el cargo de Jefe de Servicio de la Biblioteca.


Como delegado del Archivo General de la Nación arregló y organizó los archivos antiguos de la Municipalidad de San Cristóbal.


Mas la prensa colombiana que la venezolana, alude a sus andanzas y a su pasión de investigador del pretérito y a su obra, un tanto desconocida, que escribió en prosa de buen historiador, acorde con el mandato idiomático y en este caso también científico del buen decir para los lectores de historia, presentes y futuros.


4. SU MUERTE

Don Luís Eduardo Pacheco Melgarejo murió en La Guaira el 4 de diciembre de 1976. Hace apenas dos dias se cumplieron 29 años de este luctuoso suceso. Tenía 81 años. La noticia de su fallecimiento la comunicó su hermano Antonio José. Sus restos reposan en el Cementerio del Este, La Guairita. Su muerte se tornó más triste por el espectro de soledad que dominaba el camposanto a la hora de su sepultura. Sólo seis personas despidieron sus despojos mortales. No hubo invitación, ni velorio, ni exequias. Nos dice Rafael Ramón Castellanos que “había muerto un historiador sacrificado, un mártir de la investigación, un muerto más, registrado en la nómina de las defunciones de cualquier cementerio. Luís Eduardo Pacheco seguirá vivo en la ilusión de nuestra propia génesis Una última reflexión. Como contertulios, nos toca hacer la valoración de nuestro epónimo sobre sus ejemplos, su vida, su obra, su trascendencia.



lunes, 31 de octubre de 2005

Presentación del Coordinador

Dr. Carlos Sánchez Velasco, Coordinador de la Tertulia


TERTULIA CULTURAL
“LUÍS EDUARDO PACHECO MELGAREJO”

AGENDA 06-12-2005

Tema de la Tertulia: “Vida y Obra de Luís Eduardo Pacheco Melgarejo”

1. Intervención a cargo del Coordinador General (10 minutos):

Breve reseña histórica de la Tertulia.
Información acerca del inicio, desarrollo y cierre de la Tertulia Cultural
Presente y futuro de la Tertulia Cultural
Presentación del expositor: Lic. Tirso Sánchez Noguera.

2. Disertación a cargo del Lic. Tirso Sánchez Noguera sobre la vida y obra del epónimo (30 minutos).
3. Dirección del derecho de palabra a cargo del Secretario de Debates y Protocolo (40 minutos).
4. Rifa para los asistentes (5 minutos).
5. Clausura de la Tertulia y brindis (5 minutos).

a. Breve reseña histórica:

Producto de la idea del Lic. Tirso Sánchez, la Tertulia nace el 23 de abril de 1995, durante la celebración del día del escritor, del idioma y del libro, por lo que se denomina: Tertulia Histórico Literaria “Luís Eduardo Pacheco Melgarejo”. El Dr. Ramón J. Velásquez, apoya la idea y sugiriere su epónimo. Trabajan conjuntamente con el Lic. Tirso Sánchez en su organización y promoción, el Lic. José Ernesto Becerra Golindano y el Abog. Omar Ontiveros. Se realizaron unas 10 tertulias aproximadamente, siendo sede de tan importantes encuentros, el salón parroquial Monseñor Briceño de la Basílica de Ntra. Sra. de la Consolación, el colegio Salesiano, la Biblioteca Pública Juan Soleri, el Hospital General de Táriba (Fundahosta) y la Casa de la Cultura, ésta última, lugar de varias Tertulias. Aunque la Tertulia entró en un largo periodo de inactividad, se considera que su ejecución, en la que podríamos llamar primera etapa, fue extraordinariamente fructífera por su valioso aporte histórico - cultural dejado a sus asistentes.

Esta trayectoria, dio pie para que su grupo creador, hace un poco más de dos meses, tomara nuevamente la iniciativa de reactivar los encuentros tertulianos, con una visión vanguardista en lo que se refiere a su organización, con el fin de garantizar su continuidad y permanencia en el tiempo, amen de su éxito. Es así, como nace la segunda etapa en la historia de la Tertulia, que entre otras cosas, cambia su nombre de Histórico Literaria a Tertulia Cultural “Luís Eduardo Pacheco Melgarejo”, por decisión consensuada de un grupo de personas que nos hemos avocado en rescatar y resaltar las diferentes manifestaciones culturales de nuestro terruño taribense.

b. Explicación acerca del inicio, desarrollo y cierre:

La Tertulia se iniciará a una hora exacta previamente fijada (7:15 pm) y finalizará transcurridos 90 minutos, es decir hora y media (8:45 pm). Comenzará con una breve introducción (en un tiempo máximo de 10 minutos) por parte del Coordinador General, el cual recordará a los contertulios y contertulias las normas que regirán en la dinámica tertuliana. Asimismo, presentará brevemente al expositor o expositora del tema a disertar.

El expositor o expositora hará su disertación (en un tiempo máximo de 30 minutos).

Luego, se abrirá el derecho de palabra a los contertulios y contertulias (máximo de 40 minutos), otorgándosele un máximo de 3 minutos para una primera intervención y 2 minutos para una segunda. Agotado el tiempo, se procederá a seleccionar (en un tiempo máximo de 5 minutos) el tema para la próxima tertulia y se acordará la fecha, la hora y el lugar de su realización.

Es de resaltar, que la Tertulia Cultural “Luís Eduardo Pacheco Melgarejo” tiene carácter itinerante, es decir, que podrá variar el lugar de encuentro para su realización.

c. Expectativas a futuro:

La Tertulia Cultural “Luís Eduardo Pacheco Melgarejo”, tendrá personalidad jurídica. Estará integrada por personas mayores de edad denominadas: contertulios y contertulias. La Junta Directiva estará compuesta por siete (7) miembros principales, los cuales serán elegidos en Asamblea General de Contertulios y Contertulias al inicio de cada año. Los cargos se desempeñarán ad honorem. Estimándose la realización de una Tertulia Cultural por mes.


domingo, 30 de octubre de 2005

INVITACION
Táriba, Diciembre de 2.005

La Junta Coordinadora de la Tertulia Cultural “Luis Eduardo Pacheco Melgarejo tiene el agrado de invitarle para el Martes 6/12/05 a las 7.15 pm en las instalaciones del Club Torbes, allí el Lic. Tirso Sánchez Noguera disertará sobre el Epónimo de la Tertulia. Esperamos contar con su presencia y con aquellos a quien Ud. desee invitar.

Nota: La Tertulia se inicia puntualmente a las 7.15 pm, serán 10 minutos de presentación, 30 minutos de exposición, 40 minutos de intervenciones de 3 o 2 minutos y 10 minutos para refrigerio, rifa y clausura. Finaliza a las 8.45 pm.

sábado, 15 de octubre de 2005

Reunión para el reinicio de actividades

El 29 de Octubre de 2005, 110º aniversario del natalicio de Don Luis Eduardo Pacheco Melgarejo, se realizó la reunión en la Casa de Bolívar de Táriba, sede de la Sociedad Bolivariana, la cual fue cedida gentilmente por esa corporación. En consecuencia presentamos nuestra palabra de agradecimiento a su Junta Directiva y especialmente a su Presidente TSU. Angel Chacón. Los asistentes, escucharon la Presentación realizada por el Lic. Becerra y las explicaciones del Lic. Sánchez, luego de las intervenciones y deliberaciones en las que todos participaron, se constituyeron en Comisión Preparatoria de las actividades y fijaron como fecha para la próxima reunión el Jueves 3 de Noviembre de 2005 a las 7 pm, de nuevo en la Casa de Bolívar de Táriba, en ella se definirá la integración del Ente Coordinador y se fijarán las próximas actividades, empezando por la tertulia de Reapertura sobre la Vida y Obra del Epónimo
Asistentes: (de izq a derecha) Elio Agustín Ruiz Márquez, Luis Eduardo Morales, Tirso Sánchez Noguera, Carlos Eduardo Sánchez Velasco y José Ernesto Becerra Golindano

miércoles, 12 de octubre de 2005

Mas reuniones y Directiva provisional:
De izq a derecha: Sr. Carrero Plata, Pbro. Nelson Duque, Lic. José Ernesto Becerra, Lic. Tirso Sánchez, Dr. Carlos Sanchez Velasco, , Sr. Gonzalo Enrique Becerra, Sr. Armando Guerrero, Prof. Elio Ruiz, Prof. Telly González, Prof. Gabino Hevia


Después de la 1º reunión de la nueva etapa de la Tertulia, se han realizado sucesivas reuniones todos los martes. En ellas se acordó nombrar una Junta Coordinadora Provisional, presidida por el Dr. Carlos Sanchez Velasco, que se encargará de la organización de las primeras tertulias de esta nueva etapa y de preparar los estatutos y la composición de una Directiva. Está acordado también realizar la 1ª Tertulia el 6/12/05, a las 7.15 pm en el Club Torbes, a cargo del Lic. Tirso Sánchez Noguera, sobre el Epónimo Don Luis Eduardo Pacheco Melgarejo.
Como ha sido el estilo de la Tertulia, tiene hora puntual de inicio (7.15 pm) y final (8.45 pm). La del próximo 6 se inciará acon una presentación de 10 minutos por el Coordinador Provisional, 30 minutos de exposición del Lic. Tirso Sánchez Noguera y a continuación se abre el lapso de intervenciones (3 minutos, si se interviene por segunda vez son 2 minutos, y no hay 3ª intervención). los diez minutos finales servirán para la rifa de un pequeño obsequio, un refrigerio y el cierre.
En el mes de Enero se invitará a la reunión para la elección de la directiva.

jueves, 1 de septiembre de 2005

Publicado en Diario Católico el 01/11/05

Crónicas

Luis Eduardo Pacheco

Tirso Sánchez Noguera*

No parece común que los pueblos conozcan a sus figuras encumbradas en el ámbito intelectual, ni menos saber que esas personas, de mente cultivada, conforman un digno y permanente patrimonio de la comunidad a la que pertenecen.
En ese abanico de ignorancia, casi olvidado de toda la gente, salvo excepciones, se encuentra el investigador, historiador, genealogista y escritor, Luís Eduardo Pacheco. Era, literalmente, un apasionado por la investigación. Así, con su pasmosa diligencia, cruzó las distancias entre los archivos de Venezuela y Colombia, siempre acompañado de su afición como móvil estimulante de su voluntarioso trabajo de excelente investigador. Esa pasión de asiduo indagador del remoto pretérito la conocieron los archiveros eclesiásticos y civiles, cuando don Luís Eduardo andaba en su asidua carrera de pesquisador por los archivos de las poblaciones tachirenses, merideñas, caraqueñas y colombianas (Villa del Rosario, Cúcuta, Pamplona, Tunja, Bogotá). Por cierto, en 1919 va como exiliado a vivir a Pamplona por efectos de la dictadura de Juan Vicente Gómez. En esta ciudad inicia su educación secundaria en el Seminario, la prosigue en el Colegio del gran educador Pedro Antonio Villamizar y la termina en San Cristóbal en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús (1911 a 1914), dirigido por el doctor Teodosio V. Sánchez. La instrucción primaria la había recibido en Táriba, en el colegio privado del doctor Antonio María Delgado Briceño.
Don Luis Eduardo Pacheco nació en la ciudad de Táriba el 29 de octubre de 1895. Se cumplen ciento diez años de su nacimiento. Fueron sus padres, el general Miguel Pacheco Moreno y doña Filomena Melgarejo Echeverría. Contrajeron matrimonio en Arauca en 1891. Sus hermanos fueron: Miguel José, Antonio José, Oliva, Mario, Filomena, Hilda y Gustavo Pacheco Melgarejo.
Por la acuciosa investigación histórica de don Luís Eduardo Pacheco Melgarejo sabemos que Juan Ramírez de Andrade recibe merced de estancia de tierra para llevar su ganado desde linde del río Táchira. Es la primera concesión de tierra en el valle de Cúcuta, otorgada por el Cabildo, Justicia y Regimiento de la ciudad de Pamplona en 1561. Este personaje nación en Torrijos (Toledo), casado con la salmantina Isabel Rodríguez. Se avecindó en Pamplona, fue encomendero, alférez real y de sus conquistadores y pobladores. El prócer Francisco de Paula Santander fue descendiente suyo. De él y de sus parientes se ocupa don Luis Eduardo en su admirable y elogiada obra genealógica, titulada La familia de Santander, publicada en 1923, con dos ediciones más: 1924, 1940. Juan Ramírez de Andrade se hizo notable personaje en la prístina historia de la conquista, cuando como funcionario vino a visitar al encomendero de los aborígenes, los Táribas, Alonso Álvarez de Zamora, de los primeros pobladores de Táriba y también ascendiente del general Santander, en cuya casa ocurrió, en la tarde del día de la visita, el prodigio de la autorrenovación de la imagen de Nuestra Señora de la Consolación.
Vast
a es su obra de publicaciones, fruto de su perseverante investigación. Tuvo el honor de ser cofundador de los centros de historia del Norte de Santander y del Táchira y de pertenecer a varias academias de historia.
Todavía no ha recibido homenaje de sus conterráneos este hombre que honró a su terruño. Sólo lo recuerda la Tertulia taribense que lleva su augusto nombre. Después de una vida modesta, sin fanfarria, falleció en Caracas el 4 de diciembre de 1976.

*Cronista de Táriba